Estudiando la metamorfosis en vivo y en directo

Los alumnos de 1º de Bachillerato de Biología hemos podido observar, en vivo y en directo, el desarrollo indirecto de dos especies de vertebrados. Dos anfibios anuros como son una especie de rana, la rana común (Pelophylax perezi) y otra de sapo, el sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus).

Los anfibios son un grupo de vertebrados terrestres con una fascinante biología, caracterizada por la alternancia de dos fases bien diferenciadas en su ciclo vital: una primera acuática durante su etapa larvaria y otra terrestre durante su vida adulta.

Entre ambas fases experimentan profundos cambios fisiológicos y morfológicos en un proceso denominado metamorfosis. De todos modos, la independencia del agua nunca llega a ser total, pues los adultos vuelven al medio acuático para su reproducción, debido a que sus huevos carecen de una membrana que los proteja de la desecación.

Otra singularidad de este grupo de vertebrados es el disponer de una piel muy permeable que les permite el intercambio gaseoso, funcionando como un segundo órgano respiratorio en la etapa adulta. Para su correcto desempeño la piel de los anfibios debe mantenerse húmeda, por lo que en condiciones ambientales muy secas estos vertebrados se esconden en sus refugios, volviendo a aparecer cuando llueve. A su vez esta piel tan delicada los hace especialmente vulnerables a distintos factores ambientales, como la radiación ultravioleta o la contaminación.

De hecho, son el grupo de vertebrados más amenazado del planeta y entre los factores que originan su preocupante situación se incluyen la destrucción y fragmentación de hábitats, la contaminación de las aguas, el cambio climático y los organismos patógenos.

Durante la primera semana de abril, tras la semana Santa, se recogieron del medio natural renacuajos de sapo y de rana. Los primeros fueron recogidos en el rio de Fuengirola y los otros fueron capturados en el Parque de las Presas, en la zona de Torreblanca.

14 de abril 2021

Durante mes y medio se han mantenido en un recipiente amplio, a modo de pecera, con burbujeador de aire, agua de pozo, sin cloro, que se cambiaba cada semana, y a la que se le añadía comida para peces de acuario. Los alumnos han podido observar cómo estas especies han sufrido una metamorfosis perfecta en sus diminutos cuerpos. Se analizaron dos renacuajos de sapo y cuatro renacuajos de rana.

Los de rana son de color negro y mucho más pequeños que los de sapo. Los de sapo eran de color marrón y más grandes que los de rana.

Los de sapo se desarrollaron más rápidos que los de rana.

Tras la observación de estos cambios hasta alcanzar el estado adulto, los diminutos animales se devolvieron al lugar donde se recolectaron para que pudieran vivir en total armonía en su hábitat.

Metamorfosis del renacuajo del sapo

21 de abril 2021

Ya presenta las patas traseras. Su respiración es branquial.

28 de abril

Ya le han aparecido las patas delanteras y presenta el cuerpo más delgado. Su cuerpo se observa, claramente, dividido en cabeza y tronco.

4 de mayo 2021

Empieza a acortársele la cola y ya se aprecia el vientre. Empieza a sacar la cabeza del agua por lo que, probablemente, su respiración ya es pulmonar.

11 de mayo 2021

El acortamiento de la cola es evidente. Se mantiene todo el tiempo con la cabeza fuera del agua.

18 de mayo 2021

Le ha desaparecido la cola y ya ha cambiado su forma a la fase adulta por completo. Ya está lista para ser devuelta a su lugar de origen.

Desarrollo del renacuajo de rana

14 de abril 2021

Carece patas. Su respiración es branquial.

28 de abril 2021

Le han aparecido las patas posteriores.

11 de mayo 2021

Ya es una rana totalmente formada. Muy pequeña aún, con capacidad de trepar por las paredes. Ya está lista para su devolución a su medio natural.

“No hay mejor manera de aprender que mediante la observación”